LA REVOLUCIÓN DE LAS COLONIAS DE
NORTEAMÉRICA.
A comienzos del siglo XVII Inglaterra
había colonizado una estrecha franja de territorio en la costa atlántica de
América del Norte. Allí no había oro ni plata y tampoco civilizaciones
indígenas. Los indios de la región vivían en tribus de cazadores y pescadores;
cuando los europeos ocuparon la costa, se retiraron al oeste de los montes
Apalaches.
Dadas estas condiciones, los colonos
ingleses no vinieron a América con la idea de enriquecer rápidamente o explotar
la mano de obra indígena. La mayoría se convirtió en granjeros, comerciantes o
plantadores de tabaco y algodón. En poco tiempo lograron prosperar.
En cuanto al gobierno, las trece colonias tenían cierta autonomía.
Los colonos elegían a sus gobernantes, pero estaban obligados a pagar los
impuestos fijados por Inglaterra y a acompañarla en las guerras que tuviera con
otros países.
Los comienzos de la revolución:
Hacia 1760 se agravaron las rivalidades
entre Inglaterra y Francia, cuyas colonias en Norteamérica eran vecinas. Pronto
estalló la guerra y los colonos ingleses debieron luchar en defensa de la metrópoli.
Para pagar los costos de la guerra contra Francia, Inglaterra subió
los impuestos a las colonias y los obligó a compara más productos ingleses. Los
colonos se resistieron. No les parecía justo pagar impuestos fijados por el Parlamento
en Londres, donde no había
representantes americanos.
Inglaterra cedió en parte, pero reprimió
durante las protestas. En 1773, decididos a enfrentar las medidas de la Corona,
un grupo de colonos tiró al mar un
cargamento de té enviado por Inglaterra. La Corona respondió con persecución,
arrestos, cierre de los puertos y destitución de los funcionarios americanos.
La declaración de la independencia:
La reacción del rey contra los amotinados
convenció a muchos americanos a luchar por la independencia. Los
revolucionarios difundieron esta idea
entre la población y, en 1774, representantes de las trece colonias se
reunieron en el Primer Congreso de
Filadelfia. Allí proclamaron los principios
de libertad, igualdad y derecho
de propiedad, pidiendo al rey inglés
que reconociera la autonomía de las colonias y derogara los impuestos aprobados
sin intervención de los americanos.
Pero el rey no atendió esta petición y
reforzó la represión. Un Segundo Congreso
de Filadelfia, reunido en 1775, declaró la guerra a Inglaterra, y la independencia de las colonias.
La Declaratoria
de la Independencia de Estados Unidos, firmada el 4 de julio de 1776,
afirmaba los principios ya mencionados y establecía que el gobierno debía
garantizar los derechos de los ciudadanos. Si el gobierno no cumplía esta
misión, el pueblo podía rebelarse contra él.
Glosario:
Autonomía:
Posibilidad de tomar algunas decisiones propias.
Metrópoli:
Potencia colonizadora.
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